Puesta en marcha y limpieza

Todo dependerá de si el agua y el vaso se han tratado en invierno correctamente o no.

Los pasos más frecuentes y siempre necesarios son:

1. Si necesario realizar limpieza física-mecánica de las impurezas más grandes con recoge-hojas y limpia fondos manual

2. Filtrar entre 6 y 8 horas.

3. Medir los parámetros del agua (nivel de cloro y valor pH).

4. Ajustar el valor pH entre 7,0 y 7,4.

5. Realizar una cloración de choque (15 g/m3). Tiempo de contacto = 12 hrs mín.

6. En caso de agua muy sucia/turbia realizar una floculación:

6.1. Añadir floculante líquido directamente al vaso de la piscina.
6.2. Parar la bomba y hacer depositar la suciedad.
6.3. Pasar el limpiafondos o filtrar para sacar la suciedad del agua.
6.4. Repetir este procedimiento si hace falta.

7. Comprobar el estado del agua y sus parámetros principales (valor pH entre 7,0 y 7,6 y nivel de cloro residual libre entre 0,5 y 2 ppm) para empezar la temporada de baño.

Aunque suene de perogullo, empieza por quitar la cubierta. No empieces a tratar el agua -aunque este paso vendrá más adelante- con la cubierta puesta.

Sigue por comprobar le estado de los elementos sumergidos, como skimmer, cestos, rejillas, escaleras, etc, para comprobar que no existen hongos ni daños físicos en su estructura.

Elimina con un recoge-hojas la suciedad que pueda haber en superficie o flotando por el agua.

Continua por limpiar el fondo y las paredes y revisa tanto el sistema de filtración como de iluminación y cualquier otra instalación eléctrica que pueda tener.

Rellena de agua hasta el nivel óptimo de tu piscina.

¡Y a partir de aquí, ha llegado el momento de sanear o recuperar el agua!

Para esta pregunta solo hay una respuesta posible: todos los días.

La cantidad de cloro que se debe echar a una piscina depende del tamaño de la piscina, la cantidad de bañistas y la temperatura del agua. Como regla general, se recomienda agregar de 1 a 3 ppm (partes por millón) de cloro a la piscina cada día.

Si no añadimos el cloro necesario diariamente, el Ph del agua podría alterarse.

Si un día se te olvida, no pasa nada pero recuerda que tienes que medir los niveles de Ph y echar cloro hasta conseguir que sean los correctos.

La frecuencia ideal para limpiar una piscina depende de varios factores, como el clima, el uso que se le dé a la piscina, y la calidad del agua. En general, se recomienda limpiar la piscina al menos una vez a la semana durante la temporada de baño, y con mayor frecuencia si se utiliza con más frecuencia o si hay condiciones climáticas adversas. Además, es importante realizar una limpieza a fondo al final de la temporada de baño para asegurarse de que la piscina esté en óptimas condiciones para el próximo año.

La mejor hora para poner la depuradora de la piscina es durante las horas de sol, ya que el sol ayuda a eliminar las bacterias y los gérmenes en el agua.

El agua de la piscina puede ponerse turbia por varias razones, como un desequilibrio en los niveles de pH y cloro, la acumulación de partículas en suspensión, el uso excesivo de la piscina y un sistema de filtración inadecuado. Para solucionar el problema, se deben revisar los niveles de pH y cloro, realizar una limpieza profunda de la piscina y ajustar el sistema de filtración si es necesario.

Para evitar que el agua de la piscina se ponga verde, es importante mantener los niveles de pH y cloro en rango adecuado, utilizar un algicida para prevenir el crecimiento de algas y mantener la piscina limpia de hojas y otros desechos.

Si el cloro está alto y el pH bajo, puede haber problemas como irritación en los ojos y la piel, y una desinfección insuficiente de la piscina. Es importante corregir estos niveles antes de permitir que los bañistas entren en la piscina.

Para evitar que la piscina se ponga babosa, se debe mantener un nivel adecuado de cloro y pH, y se deben utilizar productos antialgas de manera regular.

La solución a este problema frecuente es medir el nivel de pH y ajustarlo niveles entre 7 y 7,4.

También habrá que cepillar el fondo y las paredes para hacer que se desprendan las algas, y aspirarlas con ayuda de un limpiafondos.

Se suele echar el floculante cuando el agua de la piscina se encuentra turbia. El floculante ayuda a que las partículas en suspensión se aglutinen y sean más fáciles de filtrar.

El floculante y el clarificador son productos diferentes que se utilizan para resolver diferentes problemas en la piscina. El floculante se utiliza para hacer que las partículas en suspensión se agrupen y se depositen en el fondo de la piscina, mientras que el clarificador se utiliza para hacer que las partículas en suspensión sean más fáciles de filtrar.